Opinión.- La reciente suspensión del triatlón en los Juegos Olímpicos de París 2024 debido a la contaminación del río Sena, pone de manifiesto y en perspectiva un problema crítico: la gestión de las aguas lluvias. A pesar de una inversión de mil quinientos millones de dólares en mejoras en infraestructura, las lluvias intensas desbordaron los sistemas de alcantarillado, liberando niveles elevados de Escherichia coli en el río. Este escenario no es exclusivo de París; en Chile, la situación es mucho más frágil.
En el sur de nuestro país, donde más llueve, la falta de infraestructura de drenaje urbano para conducir las aguas lluvias es evidente y representa un desafío permanente. Las lluvias intensas en cortos periodos de tiempo, cada vez más frecuentes producto del cambio climático, suelen provocar inundaciones, ingreso irregular de aguas al alcantarillado y desbordes de aguas mixtas, afectando la salud pública y el medio ambiente. A diferencia de París, donde se ha realizado millonarias inversiones para mitigar estos problemas, la mayoría de las ciudades del sur de Chile carecen de los recursos, de la planificación y de la infraestructura necesaria para enfrentar estos eventos.
Pensando en el largo plazo, resulta fundamental que se busquen soluciones a un problema que sólo crecerá si no actuamos hoy. La implementación de estanques de retención, sistemas de drenaje y conducción de aguas lluvias, soluciones domiciliarias de aguas lluvias para las nuevas viviendas y la restauración de áreas naturales, son medidas necesarias para prevenir futuros inconvenientes.
En Suralis seguimos dando pasos firmes en esa línea porque, a pesar de ser un problema ajeno a nuestra responsabilidad, nos afecta significativamente. Hemos elegido ser parte de la solución. En los últimos 3 años implementamos los primeros estanques de tormenta de Chile en Puerto Varas y Panguipulli, hemos disminuido los desbordes en episodios de precipitación en más de un 90 por ciento en nuestra concesión. Estamos trabajando en el marco de un acuerdo con la Superintendencia de Servicios Sanitarios en un estudio técnico que caracterice el origen del problema y que apunta a la búsqueda de posibles soluciones. ¿Es suficiente? Probablemente no. Que una ciudad como París sufra estos problemas en plenas Olimpiadas nos muestra la magnitud del desafío. Tal como lo hemos hecho en otros casos como la implementación en tiempo récord del tratamiento de aguas servidas hace unas décadas, necesitamos que todos los actores estemos alineados en buscar soluciones graduales a un problema público que es muy complejo y costoso. Debemos actuar hoy.
Sebastián Febres Varela
Gerente General de Suralis