Sernageomín advierte que aún habrá riesgo de derrumbes en el Ñisoleufu



El factor desencadenante fue la intensa precipitación durante la jornada del 31 de mayo, que según los lugareños, no tiene precedentes.


Coñaripe.- El Servicio Nacional de Geología y Minería en Los Ríos emitió un informe sobre la estabilidad del Cerro Ñisoleufu y sus laderas tras las remociones de masa ocurridas el lunes recién pasado a la noche, a causa de las lluvias.

La capa organiza se deslizó en dos sentidos desde la zona alta del cerro Ñisoleufu en dirección al Lago Calafquén, cortando la ruta en dos puntos y generando graves daños a viviendas.

Durante la tarde de este miércoles se realizó un sobrevuelo con colaboración del ejercito, en el que participó el Director Regional de ONEMI, el Intendente y personal de SERNAGEOMIN de la Dirección Regional de Los Ríos.

En el sobre vuelo se logró constatar que «el flujo de detritos que afectó a la ruta 201 y que une la localidad de Coñaripe con la ciudad de Panguipulli se originó desde la cabecera de uno de los esteros que llega al sector del mirador Ñisoleufu. Al llegar al coronamiento de la ladera y debido a su gran velocidad, la cabeza del flujo se dirigió directamente ladera abajo escapándose del curso natural del estero y alcanzando el lago Calafquén».

«Posteriormente la cola del flujo, de menor energía, retorno a su cauce original, los sedimentos y troncos transportados colapsaron la obra de arte existente en el camino, dejando un depósito aluvial secundario al sur del depósito inicial. Entre ambos depósitos quedaron aisladas personas en sus viviendas, quienes durante la noche del lunes 31 de mayo fueron rescatadas, no reportándose heridos ni victimas fatales» explicó Sernageomín en su informe.

También se lee que «los factores condicionantes del flujo de detritos son la alta pendiente existente en lugar, la saturación de los suelos en la parte alta del cerro y rocas volcánicas de baja permeabilidad que propician el deslizamiento y aumento de contenido de agua del suelo que le sobreyace. El factor desencadenante fue la intensa precipitación durante la jornada del 31 de mayo, que según los lugareños, no tiene precedentes. Existe una alta probabilidad de que este tipo de procesos se pueda repetir en otras zonas similares de este cerro e incluso es posible que se reactiven los sectores ya afectados», cierra el informe.