Opinión: “Sueldos de parlamentarios y medidas concretas para su regulación”, por Javiera Arias Candidata a Diputada


Javiera Arias | Prensa Javiera Arias

Opinión.- El sueldo de diputados en Chile se encuentra entre los más altos del continente, solo se encuentra por debajo de México. Esta situación es indignante, ya que en nuestro país el sueldo de un diputado corresponde a 38 veces la diferencia con el salario mínimo legal.

Sin duda, esta discusión histórica ha sido abordada por muchos de los actores políticos, muchos de ellos son los mismos diputados que han planteado un cambio en la asignación parlamentaria. Algunos ejemplos ilustrativos son dos mociones que llevan años en el Congreso y pretenden modificar el artículo 62° de la Constitución, la cual señala: “diputados y senadores percibirán como única renta una dieta equivalente a la remuneración de un ministro de Estado”. La primera iniciativa presentada por Jaime Orpis el año 1997 que planteó una dieta por sesión parlamentaria, mientras que la segunda es la iniciativa presentada el año 2014 por Claudio Arriagada, Yasna Provoste, Giorgio Jackson, Vlado Mirosevic entre otros, quien proponían una modificación al artículo 62° por el siguiente: “Una ley determinará la dieta que perciban los diputados y senadores, incluidas todas las asignaciones que a éstos correspondan”.

Estas dos mociones, si bien han intentado buscar una alternativa a la vergonzosa dieta parlamentaria, no se ha podido instalar con mayor fuerza el debate sobre su legislación, principalmente porque muchos de los diputados y senadores se encuentran conforme con el sueldo percibido, expresándolo abiertamente a distintos medios de comunicación, excusándose de que cada peso es necesario para asesorías y otros servicios “imprescindibles”.

Por otro lado, si bien fuimos testigos de que algunos miembros y candidatos del Frente Amplio manifestaron una propuesta de bajar la dieta a parlamentarios, sigue en la misma línea que las propuestas anteriores, precisamente por la incapacidad de los diputados por disminuir sus sueldos. Por lo tanto, más allá de las buenas intenciones, esta propuesta se hace inviable.

Sin embargo, nosotros desde Ciudadanos, si pensamos en una alternativa concreta y factible ante esta problemática: Crear un ente externo que regule sueldos de diputados y senadores. Asimismo, impulsar la formación de staffs de asesores dependientes de las cámaras alta y baja para asegurar la calidad de los informes legislativos. De esta forma, asegurar criterios técnicos y profesionales para la asignación de dietas parlamentarias, así como también reducimos la cantidad de dinero que los parlamentarios tienen a disposición para asesorías, evitando malas prácticas como informes copiados de la web como lo hemos visto últimamente.